Invitación y bienvenida

Años y años de conflicto hasta que nos acostumbramos a vivir ajenos a la angustia, al miedo y a la realidad de los campesinos, de las comunidades afrodecencientes que luchan para salvar su vida día a día. En Colombia ya no se sabe que hacer, por un lado esta el tiempo vertiginoso del trabajor en la oficina: salir consumir volver a trabajar y volver a consumir; necesidades adquiridas por la maniobra de los medios de comunicación que manejadas por el noeliberalismo realmente nos atrapan y manipulan (véase "El canto de las sirenas" de William Ospina) y por otro lado esta el miedo a hablar ,el miedo a denunciar. La dignificación de la persona y sobretodo del pueblo se ha perdido, se impone la ley del "Como no me pasa a mí, no me afecta". Empecemos por ser concientes que la extinción del conflicto armado será el primer paso para safarnos de la mayoría de problemas de reubicación territorial y por lo tanto llegar a concebir una nación y armar una verdadera república.